En las terres de l’Ebre, un febrero del 2015 i por lo
tanto unos días ventosos en el que no puedes volar i lo que mas se aproxima es
recordar las aventuras pasadas y los proyectos futuros. Comencé a pensar en
como podría hacer el Camino de Santiago en paramotor. Era sencillo, solo tenia
que ponerme en el ordenador e ir mirando los relieves, lugares donde aterrizar,
los vientos predominantes i la época mejor para realizar la aventura.
A medida que
marcaba puntos en el mapa, veía que la méteo era uno de los factores mas
importantes ya que el viento y el agua condicionaban y mucho. Así que la ruta
tenía que hacerse de W a E aunque eso ya le quitaba sentido a llamarlo el
Camino en Paramotor
Para hacer la travesía también estaba condicionado a
tener asistencia terrestre para toda la intendencia (gasolina, comida, manga de
viento, ropa, saco dormir, herramientas para las reparaciones, etc) que no
fuera una carga adicional.
De este modo tenia
que buscar alguien que coincidiera en el tiempo y ganas de hacerlo.
Los días, semanas y meses iban pasando y finalmente el
compañero habitual con el que he compartido algunas travesías me llama a
principio de enero para decirme que el tiene algunas semanas (5dias)
disponibles y un conocido dispuesto a hacer la asistencia.
GENIAL!!!!!!
Nos pusimos a mirar esos días con los mapas
meteorológicos y en un principio
coincidían todos los parámetros. El hecho de que se realizara en invierno
garantizaba poder volar todo el día sin térmicas y tener así un viaje
placentero. Que aquella semana pronosticara un anticiclón en el norte
peninsular también ayudó a que des de el primer momento nuestro proyecto estuviera
pensado para realizarlo saliendo de Cataluña y terminar en Galicia y no al
revés.
Los días iban aproximando la hora de partir y los
pronósticos meteorológicos cada vez eran peores aunque incluso así no
desistíamos en nuestro proyecto. A las 24h los mapas nos marcan unos parámetros
que distaban muchísimo de lo esperado.
-QUE DESASTRE!!!!
Los primeros días auguraban viento y los últimos agua.
Eso estaba muy lejos de garantizar nuestro éxito y ponía en peligro nuestras vidas. Tras pasar
varias horas mirando los mapas por zonas y vientos en diferentes alturas, nos
damos cuenta que la primera fórmula (salir de Galicia hacia Cataluña) era la
mas acertada. Encontraríamos vientos a favor y evitaríamos las lluvias
previstas a finales de semana en el W. El problema era que el martes se
esperaban bajadas de temperaturas muy fuertes y justamente nos encontraríamos
en Piedrafita. El frio también era un factor a tener en cuenta porque las
etapas de vuelo estaban calculadas para realizarse en 2’30h. Otros problemas
eran que para cumplir las previsiones y
conseguir volar esquivando las inclemencias meteorológicas debíamos estar el
lunes a las 12h en Galicia y los compañeros trabajaban el domingo. Eso
implicaba tener que desplazarnos mas de 1000km durante la noche y sin dormir.
Finalmente nos decidimos y partimos a las 23h.
Tras muchas horas de viaje llegamos al campo donde la
manga ya pronostica que el viento es muy fuerte. Incluso con sueño y con la
meteo en contra, decidimos salir ya que los siguientes días lloverá y no
podremos volar…
A los pocos minutos de despegar, JC pierde un tornillo
del colector y eso le obliga a tener que aterrizar, por suerte ocurre en el
mejor momento ya que el viento hacia con nosotros lo que quería. Tras “aterrorizar”
intentamos reparar el motor con la ayuda de los lugareños.
Con el motor reparado tenemos que replantear todo el
viaje ya que la meteorología nos impide realizar con éxito nuestro proyecto.
Incluso así no renunciamos a volar buena parte del recorrido para gratificar
nuestros sentidos.
Decidimos renunciar a Galicia por motivos de lluvia y nos
encaminamos a Astorga, donde la previsión parece que nos dará una tregua. Nos
desplazamos con la furgo hacia el próximo lugar.
Al llegar, sorpresa, las temperaturas marcan que la noche
será gélida y al despertar vemos un paisaje movido por nuestros temblores.
Despegamos con algunas dificultades y cuando llevamos 10
minutos de camino, por radio nos llama nuestro compañero Emili para comunicarnos
que la furgo estaba embarrada y no podía sacarla. Tenemos que regresar al lugar
para con una pala y con la ayuda (otra vez) de un lugareño, sacar la furgo
hasta la carretera. Una vez conseguido volvemos a despegar para aterrizar en el
lugar previsto. El vuelo a -3º nos obliga a buscar un lugar donde poder comer
algo calorífico y afortunadamente lo encontramos en el único lugar del pueblo
de no mas de 150 habitantes.
El pueblo lleno de bodegas enterradas y en el mismo lugar
donde comemos nos invitan a visitar la suya…
El mal tiempo vuelve a pronosticar nieblas, el imprevisto
de tener que reparar la puerta de la furgoneta y con el tiempo perdido volvemos
a reiniciar el camino por carretera unos 100km. Pero no escatimamos en las
visitas a un castillo que vemos por el camino.
Encontramos un
campo ideal para salir y allí pasamos la noche a -1º
Al día siguiente salimos de un campo enorme. Buenos vuelos
y con una temperatura de 0º hace que sea mas aceptable. Problemas por perdidas
en la compresión hace que tengamos que repostar a menudo
eso nos hace
perder tiempo ya que la asistencia es excelente pero necesita sus tempos.
Proseguimos el viaje y en cada parada revisamos los
equipos, repostamos y intentamos entrar en calor para volver a retomar el
camino. Por las noches nos toca revisar otra vez el quipo
Después de cenar a dormir y desear que no noche no sea
muy gélida.
En lo que creíamos que sería nuestra última etapa,
Calatayud a Horta de Sant Joant, tenemos un vuelo algo movido y pretendemos
hacer dos repostajes. Tras el primero nos damos cuenta que el viento nos hace
avanzar mucho pero con movimientos de cabeceo y aladeo que nos obligan a tener
todos los sentidos puestos en los mandos. Las fotos y videos serán casi
escasas. Después del primer repostaje, cruzamos una zona montañosa donde las
pistas son el único acceso para llegar y en ese lugar los acantilados y la zona
boscosa te sugieren rezar que no pase nada en aquella zona…. Al parecer escojimos un santo erróneo y a
Joan Carles se le suelta el cable de la emisora con el que rompe la hélice y puede emitir pero no recibir. Por radio me comunica
sus problemas y se atreve a proseguir hasta Andorra de Teruel. Allí volvemos a “aterrorizar”
para poder reparar la hélice
Y también para reparar un sidembloc que las vibraciones
ha empeorado.
La tarde nos lleva a buscar un mecánico y aprovechar para
hacer algo de turismo
Tras un “último” trayecto de 65km. Aterrizamos en Horta
de Sant Joant
Joan Carles me comunica que le ha parecido
poco y que el decide seguir volando hasta su pueblo de origen (Els Guiamets) a
40km. Y para culminar con la guinda nos
comenta que le esperemos en el campo de futbol, donde aterrizará finalmente sin
problema.
Agradecemos todos los compañeros que por las redes
sociales han seguido nuestros vuelos y que han estado dando muchos ánimos para
poder hacer esta aventura y encontrar calidez en los momentos mas fríos.
Como no, agradecer también la ayuda desinteresada de
nuestro compañero Emili que desde el primer día dijo que el nos ayudaría en lo
posible por tierra.
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